Con el shampoo en la espalda

Yo se muchas cosas, yo se demasiado a veces, y pienso, pienso tanto más otras veces. Pero lo que hoy vengo a decirte no se trata de saber ni pensar, todo lo contrario. Cierro mis ojos y te veo, no puedo tocarte pero igual te siento, no logro besarte pero igual te amo. Todo lo que siento en este momento, no quiero olvidarlo nunca, no quiero que este instante se acabe.
Los demás, no me interesa que ellos nos vean, se que jamás nos entenderán, porque todo lo que hoy existe ha sido creado para poder ser destruido, para que gente como nosotros sufra, para que el miedo se alimente de nosotros. Ellos no nos entenderán si luchamos por esto. Yo solo quiero que sepas quien soy.
Yo solo no necesito tocarte, sin embargo tu presencia me invade, y no quiero que esto termine, porque así parece perfecto. Siento tu respiración en mi cara, veo tus lágrimas en tus ojos y mil sentimientos en ellas. Descubro la alegría de tu sonrisa sin abrir mis ojos, y siento la humedad de tus labios sin besarlos. Te tengo aquí a mi lado esta noche y no quiero que se termine.
Todo lo que puedas decirme será todo lo que yo necesite escuchar, tu presencia la única hasta el final de mis días. Nada más necesito, mis ojos no necesitan ver otra cosa si se que estarás ahí para mí. Quiero que sepas que hoy te tengo conmigo y que yo estoy contigo. Hagamos que esto no se termine.
Es difícil abstraerse del mundo, dejar de ver y escuchar lo que nuestros sentidos interpretan, pero debemos hacerlo si queremos que esto se realice. No tengas miedo, el futuro debe ser bueno con nosotros, porque no hay nada más bello que esto. El destino nos enseñará el camino y al final nuestro sueño ya no será solo eso.

Título sugerido por mi adorada, grandísma, bellísima, inteligentísima, gordísima, futura esposa, Susana.